El desarrollo forestal en Uruguay, se basó en la definición de una estrategia de promoción del Sector Forestal, plasmada en la ley Nº 15.939 de año 1987, la cual contó con el apoyo de todo el espectro político, transformándose posteriormente en el punto de partida de una política de estado que fue continuada por las sucesivas administraciones de gobierno.
Transcurridos ya 30 años desde entonces, hoy podemos constatar que el resultado ha sido excelente, en la medida que una actividad productiva que era marginal en el país, se transformó en una de las principales actividades dinamizadoras de la economía nacional, además de haber contribuido en: i) diversificar la producción - y en algún caso como con la ganadería, generar sinergias productivas-., ii) descentralización productiva, iii) generar una cantidad de puestos de trabajo de calidad con altos estándares (15.129 directos según BPS Abril 2016) , iv) producir en forma sostenible, v) conformar un cluster forestal que posibilita inversiones industriales, vi) desarrollar tecnología y logística, vii) contribuir con los objetivos ambientales del país –mitigación efecto gases invernaderos a través de la captura de CO2, viii) contribuir a diversificar la matriz energética a partir de recursos naturales renovables (en el 2015 aproximadamente 6% de la energía generada tuvo como origen biomasa forestal), ix) contribución directa en el PIB de la economía (relativamente constante en torno al 0,5 % en la última década.
Análisis de la cadena de valor forestal 2021