Es interés de FAS complementar, en la medida de lo posible, la actividad forestal con la actividad ganadera por considerar que ambas son perfectamente complementarias.
Hasta el año 2019, FAS desarrolló un proyecto ganadero a gran escala en los campos forestales que administraba (los mismos fueron vendidos), el cual se basaba en la producción sostenible de carne vacuna a través del aprovechamiento del campo natural que acompañaba a las plantaciones forestales (88% del área total de pastoreo), complementando con el pastoreo de praderas y verdeos de invierno y verano en rotación (12% del área total de pastoreo), y la suplementación con raciones balanceadas o granos de algunas categorías:
Los tres productos principales de venta del sistema consistía en la totalidad de terneros machos generados como novillos de 280-300 kgs. menores a 2 años, la totalidad de las vientres de descarte del rodeo de cría como vacas gordas para faena con 420-440 kgs.; las vaquillonas excedentarias de la reposición con 280-300 kgs..
La producción se llevaba a cabo respetando la capacidad de producción de los recursos naturales que acompañaban a las plantaciones forestales y la de las pasturas y verdeos sembrados, evitando el sobre pastoreos y la erosión de los suelos.
El sistema de producción se adecuaba a los momentos de manejo forestal (raleos y cosecha), ajustando la dimensión del rodeo de cría que generaba entre 1.600 y 2.000 terneros/año, a partir de un % de preñez promedio del 71 % (últimos 5 ejercicios):
La producción se llevaba a cabo en 4 establecimientos con orientación productiva complementaria, minimizando las compras (se adquirían solamente los toros planteleros):
En el campo principal del sistema se realizaba IATF (inseminación a tiempo fijo) a una parte de las vaquillonas para concentrar la fecha de primera parición y aprovechar al máximo el potencial reproductivo de la reposición.
Ganadería y forestación
Cabe destacar que la ganadería en las áreas forestadas genera complementariedad o sinergia entre ambos rubros, el pastoreo de las áreas de forestación no plantadas (bajos, cortafuegos, etc.) contribuye a mantener controlado el crecimiento de forraje reduciendo el riesgo de incendio; como contrapartida, el pastoreo del ganando en los montes permite sombra y abrigo al mismo, potencialmente mejorando su performance productiva. El impacto del acceso a la sombra durante el verano ha sido investigado observándose una respuesta significativa en la ganancia de peso vivo de los vacunos cuando estos son trasladados a un área con sombra y agua durante las horas de mayor radiación solar, respecto a los que permanecieron en la pastura (Beretta et al, 2013). El efecto del acceso voluntario a la sombra de montes forestales sobre la ganancia de peso vivo estival de vacunos pastoreando en áreas no cultivables adyacentes a los montes es reportado también por Simeone et al (2010).
En lo que refiere al abrigo cabe señalar que la baja productividad de forraje del campo natural durante el invierno determina la pérdida de peso de los animales durante esta estación, a la restricción nutricional se suman potenciales efectos de estrés por frio, que incrementan los requerimientos de mantenimiento del animal. Si bien el ganado vacuno tolera bajas temperaturas los temporales que son periodos de baja temperatura asociados a lluvia y viento que disminuyen la sensación térmica, generan estrés por frio en el animal, aumentando los requerimientos de mantenimiento del ganado, fundamentalmente en animales jóvenes, por tal motivo el abrigo de los montes minimiza estos efectos.